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RESEÑA

La nueva novela de David Jasso es dura, no apta para cardíacos. Si te han prescrito “adiro” o tomas “sintrón” mejor no la leas, podrías acabar en la unidad de cuidados intensivos en coma inducido. Como si te hubieras comido una de sus hojas sin un vaso de agua a mano para tragar y digerir su historia.

¿Por qué digo esto? Porque esta vez, este consagrado autor de la angustia y del terror abominablemente real, se ha lucido de lo lindo. Cuando comienzas el libro, te indigestas. Quieres incluso dejarlo y, en algún capítulo, arrojarlo por la ventana del horror que da. Y no por estar mal escrito, no; sino por el hecho de que cuenta situaciones que podrían resultar cotidianas y vulgares de forma agónica, como si en cada página fuera a terminarse el mundo y todos los personajes murieran; o eso es lo que deseas que ocurra al leerlo.

Tiene retazos de “La silla”, reminiscencias de “Disforia” y realidades de “Día de perros”. Un cóctel explosivo que mejor no tomarlo como digestivo en una noche de sábado.

Destacar también que la distribución de capítulos al estilo George R.R. Martin me ha parecido acertada para no liarla con los personajes ni los escenarios. Es un recurso maravilloso para mezclar diferentes lugares, tiempos y acontecimientos. Así el lector no se pierde en ningún momento y se engancha a la trama; llegando al desenlace final, sorprendente por duro y real como la vida misma. En este caso se puede decir que la realidad siempre es más cruel y supera a la ficción.

Si que decir que no es la mejor novela de David Jasso. “La silla” le puso el listón muy alto y, desde mi humilde criterio, “Disforia” casi la superó con gran acierto. Pero “Al otro lado del miedo” se queda en medio del “puedo pero no llego”. Es, quizás, porque yo siempre espero más de este escritor, uno de mis favoritos en la literatura de terror española.

Como nota negativa me gustaría decir que el tono agresivo que usa en el narrador no me parece adecuado. Un personaje, dos o tres, o todos pueden ser mal hablados y poco elegantes, pero el narrador omnisciente, que es Dios en la novela, no debería contagiarse tan claramente de ese tono lleno de palabras mal sonantes y verbos agresivos de personajes barriobajeros; por eso, para mí no es la mejor  novela de David. Tiene otras donde, sin hablar mal, cuenta anécdotas crueles y duras, que llegan más al corazón que un “joder”, “puta”, o un “mierda”.

Sí que puedo recomendaros su lectura porque sigue creando esa atmósfera opresiva que te hace leer hasta que se te cierran los ojos o te tienes que ir de la cama y respirar aire puro en el balcón para oxigenarte. Engancha desde el primer capítulo y es difícil soltarlo. Como una droga se te quedan allí sus personajes y sus batallas, metidos en las neuronas, y hasta que no te lo trituras, no puedes dejar de pensar en el libro. Os puedo decir que es de los pocos autores que consiguen que me acueste más tarde de mi hora tope, sin importarme morirme de sueño al día siguiente.

 

LO MEJOR

La ambientación. Es un mago de las imágenes escritas. Las escenas las desarrolla de forma que tu mente las visualiza totalmente. Es entonces cuando lees como si estuvieses viendo fotogramas de una película.  Y eso, para mí, es muy difícil de conseguir con las palabras.

 

LO PEOR

El abuso de palabrotas en la novela. Nunca me han gustado las novelas donde se abusa de las palabras mal sonantes y, en esta ocasión, David Jasso se ha excedido un poco en su uso, porque no solo las usa un personaje concreto sino que se va contagiando toda la novela a lo largo de los capítulos. Y eso, para mí criterio, le resta calidad.

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VALORACIÓN FINAL

PROSA: 7,5

AMBIENTACIÓN/ATMÓSFERA: 10

PERSONAJES: 9

DESENLACE: 9,5

ENTRETENIMIENTO: 9

ORIGINALIDAD: 8,5

NOTA MEDIA FINAL: 8,91 

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EDITORIAL:  http://www.cazadorderatas.com/

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RESEÑA: Ana Vivancos Jiménez

MAQUETACIÓN: Carlos Navas Martínez-Márquez